La tecnología está presente
en todos los ámbitos de nuestra vida, pero es en las aulas donde cobra
una especial relevancia porque en ellas se están formando los
profesionales de mañana. Tanto es así que el 90% de los padres españoles
considera que el uso de la tecnología en los centros educativos
mejorará el futuro profesional de sus hijos.
Este y otros datos se desprenden del ‘Estudio europeo sobre educación tecnológica’ realizado por GfK para
BQ.
En él se analiza la presencia y la relevancia de las nuevas tecnologías
en las aulas europeas según la opinión de más de 4.500 padres de
alumnos menores de 17 años.
La educación tecnológica determina el éxito económico de los países
Para la mayoría de europeos la formación tecnológica tiene un impacto
positivo en la economía de un estado. Entre los más entusiastas se
sitúan los países del sur de Europa: según el 88% de los españoles y el
85% de los portugueses e italianos, el éxito económico de un país
depende en gran medida de la capacidad de los jóvenes para crear y
desarrollar tecnología. Estos porcentajes superan significativamente la
media europea, que se sitúa en el 77%.
La mayoría de encuestados opina también que la educación tecnológica
mejorará el futuro profesional de sus hijos. A la cabeza de esta
creencia se sitúan los padres británicos (92%), seguidos de los del sur
de Europa: España (90%), Italia (88%) y Portugal (85%). Los más
escépticos, por el contrario, son los franceses (66%) y los
centroeuropeos (Alemania con un 77% y Suiza y Austria con un 70%).
En el caso de España, el 85% de los padres piensa, además, que el uso
de la tecnología es beneficioso para el niño y su proceso de
aprendizaje, más allá de las oportunidades laborales que pueda
facilitarle de adulto.
A la hora de valorar si sus hijos están preparados tecnológicamente
para la sociedad del futuro, los padres del sur de Europa son los más
optimistas, con los italianos (84%) y los españoles (83%) a la cabeza.
En el lado contrario se sitúan los británicos, con un porcentaje
inferior al 70%.